Desde algún lugar del Universo me han llegado sus imágenes. En nuestro puesto de Periferia IV, los bergantes espaciales han enloquecido. Desesperadamente buscan, hurgan, escrutan el espacio lejano tratando de hallar más imágenes de sus mujeres exóticas para paliar sus tiempos de celo. Nuestro planetoide tiene una rara particularidad: al ingresar en su atmósfera artificial, todo humanoide de la Orden delos Corsarios Espaciales, de inmediato, pasa a poseer el don de convertir imágenes en seres reales que obedecen y ejecutan cada uno de sus pensamientos. Imagine pues usted, que terribles pesares han traído a la oficialidad sus más recónditos pensamientos eróticos basándose en vuesas hembras. Periferia IV ha estado al borde de convertirse en un gran burdel espacial. A bordo, el Comandante T.P. Ahumada, y un servidor, a gatas hemos podido mantener a raya a los temibles Sexópatas de Centauri, que como imaginará, son una mezcla extraña de burro con humano, que intentaron tomarnos mientras el resto de los tripulantes se debatían en las orgías más pecaminosas, tanto que Sodoma y Gomorra a su lado, se convierten en un juego infantil. La Federación de Dioses nos ha amenazado con pulverizarnos, o convertirnos en un gran planeta de sal, guardando nuestra conciencia... lo que más nos duela, o lo que menos nos guste, si no deponemos tal actitud pecaminosa. Tuvimos que cumplir el terrible deber de ejecutar sumarísimamente muchísimas de sus beldades, y alguno que otro tripulante que resistió la orden, abotonado, al famoso grito de "a cojer que se acaba el mundo"; so pena de ser pasados por las armas de los Dioses. Es por ello que le rogamos, le pedimos, y hasta le ordenamos, deje de dibujar semejantes Hembras Deseables, para evitar el fin de nuestro puesto avanzado. Aguardo así sea. En caso contrario, concédanos un último deseo digno: invoque a sus musas, y cree las más bellas mujeres que el Universo haya conocido... así moriremos felices en una orgía intergaláctica de órdago. Nada mejor que ante lo inevitable de la muerte, relajarse y gozar. Atentamente: Capitán Juan Rozz Hermano de la Cofradía del Bucán.
Estimado Comandante Rocko:
ResponderEliminarDesde algún lugar del Universo me han llegado sus imágenes.
En nuestro puesto de Periferia IV, los bergantes espaciales han enloquecido. Desesperadamente buscan, hurgan, escrutan el espacio lejano tratando de hallar más imágenes de sus mujeres exóticas para paliar sus tiempos de celo.
Nuestro planetoide tiene una rara particularidad: al ingresar en su atmósfera artificial, todo humanoide de la Orden delos Corsarios Espaciales, de inmediato, pasa a poseer el don de convertir imágenes en seres reales que obedecen y ejecutan cada uno de sus pensamientos.
Imagine pues usted, que terribles pesares han traído a la oficialidad sus más recónditos pensamientos eróticos basándose en vuesas hembras. Periferia IV ha estado al borde de convertirse en un gran burdel espacial.
A bordo, el Comandante T.P. Ahumada, y un servidor, a gatas hemos podido mantener a raya a los temibles Sexópatas de Centauri, que como imaginará, son una mezcla extraña de burro con humano, que intentaron tomarnos mientras el resto de los tripulantes se debatían en las orgías más pecaminosas, tanto que Sodoma y Gomorra a su lado, se convierten en un juego infantil.
La Federación de Dioses nos ha amenazado con pulverizarnos, o convertirnos en un gran planeta de sal, guardando nuestra conciencia... lo que más nos duela, o lo que menos nos guste, si no deponemos tal actitud pecaminosa.
Tuvimos que cumplir el terrible deber de ejecutar sumarísimamente muchísimas de sus beldades, y alguno que otro tripulante que resistió la orden, abotonado, al famoso grito de "a cojer que se acaba el mundo"; so pena de ser pasados por las armas de los Dioses.
Es por ello que le rogamos, le pedimos, y hasta le ordenamos, deje de dibujar semejantes Hembras Deseables, para evitar el fin de nuestro puesto avanzado.
Aguardo así sea.
En caso contrario, concédanos un último deseo digno: invoque a sus musas, y cree las más bellas mujeres que el Universo haya conocido... así moriremos felices en una orgía intergaláctica de órdago.
Nada mejor que ante lo inevitable de la muerte, relajarse y gozar.
Atentamente:
Capitán Juan Rozz
Hermano de la Cofradía del Bucán.